Grupo Seligrat está compuesto por un grupo de empresas líder en el ámbito de la distribución del automóvil con más de 50 años de experiencia. Asociado a marcas como Honda, Kia, Mitsubishi, Suzuki y Maxus, desarrolla sus actividades en diversas áreas de negocio: automóviles nuevos, automóviles de ocasión, renting, posventa, reparación mecánica y carrocería, productos financieros y seguros.
EN AUTO: El sector del automóvil inició el año 2024 con la intención de mantener los datos positivos del pasado año. Con sus años de experiencia y como empresa con varias áreas de negocio en automoción, ¿cómo ven estos posibles buenos resultados en la venta y comercialización de vehículos?
ENRIQUE SELIGRAT: Los datos de matriculaciones han crecido, pero aún no hemos llegado a las cifras de ventas de vehículo nuevo que se realizaban previas a la pandemia. Si bien es verdad que las previsiones a nivel nacional para 2024 son de cerrar una cifra de ventas ligeramente por encima de las de 2023, aún falta mucho para llegar a los niveles de 2019.
Esto se traduce en un envejecimiento del parque con los problemas medioambientales y de seguridad vial que acarrea.
Por otro lado, se mantienen las buenas perspectivas en el sector de vehículos de ocasión, aunque con la cautela puesta en un enfriamiento del mercado dada la tendencia a la baja de las cifras de crecimiento del mercado de estos primeros meses y un posible ajuste de precios de los vehículos con menos antigüedad y de gama alta, o con un mayor precio de compra.
E.A.: Considerando cómo evolucionan las ventas en el mercado del automóvil, ¿el crédito tiene una influencia importante a la hora de adquirir un vehículo?
E.S.: Sin duda. Es una herramienta fundamental para adquirir un vehículo. Hay que tener en cuenta, qué para la mayoría de los consumidores, el vehículo es la segunda compra más importante y de mayor importe que realizan después de la vivienda. Es fundamental el papel que juegan las financieras a la hora de facilitar esta adquisición.
El contexto actual de tipos de interés y la subida del valor de los vehículos hacen que sea necesario tener productos financieros que flexibilicen la compra de automóviles.
E.A.: Cetelem tiene una importante presencia como financiera en el mundo de la automoción, ¿qué condiciones especiales de financiación puede ofrecer su empresa a través de Cetelem a sus clientes?
E.S.: Llevamos más de una década trabajando con Cetelem y siempre hemos tenido una extraordinaria colaboración. Su especialización en el sector de automoción nos permite ofrecer condiciones especiales de financiación para clientes que van, desde la financiación tradicional a unos tipos de interés muy competitivos, hasta la compra flexible con la posibilidad de varias opciones a la finalización del contrato de financiación (devolver el vehículo, cambiarlo por otro, o refinanciar la parte pendiente).
Este tipo de compra flexible con valor garantizado a la finalización del contrato está creciendo mucho en los últimos años, ya que permite tener una certidumbre en el valor del vehículo al finalizar el contrato de financiación y mejorar considerablemente la cuota mensual a pagar durante el contrato.
E.A.: Las nuevas normas de sostenibilidad están impulsando el uso y la venta del vehículo eléctrico, ¿cómo ven desde su empresa el desarrollo de la movilidad eléctrica?
E.S.: El cambio hacia el vehículo eléctrico es un hecho, pero es cierto que no va a la velocidad que pretenden las administraciones. En la actualidad, el VE es aún un vehículo de un precio elevado y que es complicado utilizarlo como única alternativa de transporte en todos los lugares y para todos los usos.
Otras tecnologías como es la hibridación tradicional o el híbrido enchufable solventan este último problema al que se enfrenta en la actualidad el vehículo eléctrico, pero alguna de ellas, como el PHEV sigue siendo de un precio elevado (teniendo en cuenta que se esta adquiriendo un coche con las dos tecnologías en el mismo vehículo, eléctrica y de combustión).
Todo llegará, pero a su debido tiempo y los grandes cambios, como es este de la descarbonización de la automoción es más fácil que se produzcan por adopción del consumidor más que por imposición del regulador.