En 1955, el DS “Tiburón” causó sorpresa y admiración no solo por su diseño visionario y escultural sino también por su tecnología de vanguardia. Su suspensión hidroneumática, que le aseguraba un comportamiento y un confort novedosos y exclusivos para la época, marcó un antes y un después en la historia del automóvil.
Más de medio siglo después, los ingenieros de DS han recogido el guante lanzado por sus ilustres antecesores y han puesto a punto la suspensión del siglo XXI: DS Active Scan Suspension. Por medio de una cámara con 20 metros de alcance, este sistema detecta y se anticipa las imperfecciones de la carretera. Los datos captados por este dispositivo llegan a una centralita electrónica que gestiona los 4 amortiguadores de un modo independiente durante todo el trayecto.
La anticipación es el concepto clave de la DS Active Scan Suspension. El DS 7 Crossback cuenta con una cámara, situada detrás del parabrisas, y con cuatro sensores que miden la estabilidad de la carrocería y tres acelerómetros analizan el estado de la carretera y la reacciones del vehículo, teniendo en cuenta parámetros como la velocidad, el ángulo del volante y frenado. Las imágenes y los datos se transmiten en tiempo real a un ordenador, que actúa sobre cada una de las ruedas de manera independiente, adaptando la dureza de la suspensión a las circunstancias de cada momento. Reactividad y finura se añaden a la serenidad de conducir este SUV excepcional.