EL SUZUKI VITARA CUMPLE 30 AÑOS

Aunque los SUV puede parecer un invento de nuestros días, la realidad es muy diferente. Han pasado 30 años desde que Suzuki decidió crear el Vitara, apostando por un diseño y tipología de automóvil absolutamente innovador por aquel entonces. Un año después, en 1988, el Vitara llegó al mercado para convertirse en el primer SUV moderno de la historia. Este todocamino ya aunaba las características de los actuales triunfadores del mercado: diseño atractivo, carrocería elevada y compacta, peso ligero, comportamiento intachable en carretera y ágil en cuidad, y buenas capacidades para desenvolverse fuera del asfalto.

En la actualidad, los SUV han conquistado el corazón del público y son el tipo de automóvil más deseado y que marca tendencia. Esto se nota en sus cifras de ventas y en la proliferación de nuevos modelos, pues la mayoría de los fabricantes se han sumado a la nueva moda. Suzuki lleva 30 años explorando ese camino y el Vitara puede presumir de una sólida historia a sus espaldas, con una archiprobada fiabilidad y un desarrollo continuo que nos ha llevado hasta el Vitara de hoy en día, la cuarta generación de este modelo.

El primer SUV moderno se concibió hace 30 años

Los SUV no son una simple moda y han llegado para quedarse. Y es que este tipo de automóviles presenta numerosas ventajas: posición de conducción elevada (que otorga más visibilidad en el tráfico, y hace más cómodo el subir y bajar del coche), robustez y seguridad, espacio interior y capacidad de carga, posibilidades off-road y espíritu aventurero… Y, claro está, sin sufrir los inconvenientes de los todoterreno puros, como su elevado peso o un comportamiento menos refinado en carretera y cuidad.

Los ingenieros y diseñadores de Suzuki fueron unos visionarios a finales de los `80 del pasado siglo, creando un automóvil que sentó las bases del concepto SUV tan de moda hoy en día. Durante su presentación oficial, en el Salón del Automóvil de Tokio de 1988, el Vitara sorprendió por su atrevida filosofía, que desafiaba los segmentos, categorías y convenciones de su época.

Suzuki no tuvo miedo de fusionar varias tipologías de coches en un solo automóvil, que reunía lo mejor de varios mundos. Por un lado, era un coche robusto y capaz fuera del asfalto, pero esas aptitudes y capacidades no suponían un lastre a la hora de circular en cuidad y carretera. En ese entorno, a su privilegiada posición de conducción elevada, sumaba un comportamiento sano, ágil y eficaz; un gran confort y calidad de marcha; y un tacto suave de conducción; mucho más parecidos todos ellos a los de un turismo que a los de un áspero todoterreno.

Desde el primer vistazo, con su compacta carrocería tres puertas el Vitara no tenía nada que ver con los voluminosos 4×4 que ya estaban en el mercado. Su identidad partía de unas líneas relajadas que le conferían un diseño atractivo y urbanita que, al mismo tiempo, se mezclaba con el músculo que aportaban otros elementos más camperos de su carrocería, tales como su icónico portón trasero en el que iba anclada la rueda de repuesto. Sin olvidar su techo, de lona o fibra, que permitía dejar al descubierto las plazas traseras.

Acababa de empezar la historia del Vitara, que en sus inicios destacaba por ser el más ligero de los todoterrenos del mercado. Con un motor de gasolina de 1,6 litros y 80 CV y unas reducidas dimensiones (3,56 metros de longitud y menos de 1.000 kilogramos de peso) se movía con agilidad fuera y dentro del asfalto, gracias a unos esquemas de suspensión muy evolucionados.

Después de su primer impacto en el mercado, el Vitara siguió creciendo y Suzuki amplió la oferta de su visionario modelo. Llegó una nueva gama de motorizaciones, con mecánicas diésel y un V6 de 2 litros y 134 CV que daban más potencia a este todocamino. Igualmente, las mejoras en la carrocería se iban haciendo evidentes y nacía la primera versión con techo trasero metálico; y también la de 5 puertas, que aumentaba en tamaño y capacidad interior.

La primera generación se comercializó en los cinco continentes y convirtió al Vitara como uno de los modelos bandera de Suzuki durante sus primeros 9 años y medio de vida, en los que superó el millón de unidades producidas.

Segunda generación (1998-2005): 7 plazas accesibles

Al igual que la primera, la segunda generación del Vitara también perduró muchos años en el mercado, lo que demuestra lo acertado de su planteamiento inicial y de la calidad de su diseño.

Presentada en 1998, esta generación pasó a llamarse Suzuki Grand Vitara. En líneas generales, se refinaba su diseño, con unas líneas más dinámicas (sin perder su esencia 4×4) y un interior mucho más sofisticado. Además, el chasis del Vitara evolucionó para mejorar el comportamiento y calidad de marcha en asfalto.

Como detalles prácticos, desapareció la palanca de la reductora. Ahora, el conductor podía cambiar de 4×2 a 4×4 con un botón en la cabina. Cambios y mejoras que culminaron en la llegada, en el año 2001 del Grand Vitara XL-7 con el Suzuki volvió a ser pionera al ofrecer un SUV de 7 plazas accesible para el gran público. Basado en el Vitara de 5 puertas, el XL-7 tenía una distancia entre ejes 320 mm superior y 485 mm más de longitud total. Esta versión también conquistó el mercado y equipaba un poderoso motor V6 de 2.7 litros.

Tercera generación (2005-2014): Más y mejor tracción

En 2005 llegó la tercera generación del Vitara, que seguía profundizando en el concepto SUV y alejándose de los todoterrenos convencionales. Como siempre, el nuevo Vitara podía presumir de desenvolverse con la misma facilidad sobre el asfalto que fuera de él.

Suzuki introdujo retoques en el diseño, un tamaño un poco más reducido, control de emisiones y un amplio abanico de actualizaciones para hacer del Grand Vitara un SUV acorde a los nuevos tiempos. Además, el nuevo Vitara incorporó un chasis monocasco con dos largueros longitudinales integrados y suspensiones independientes en las cuatro ruedas. Y presumía de un sofisticado sistema 4WD de tracción total con cuatro modos de conducción, que podía activarse desde el cuadro de mandos.

Cuarta generación: regreso a los orígenes

En 2014 llegó la cuarta generación de este icónico modelo, que regresó a sus orígenes por su filosofía y recuperó la nomenclatura de Suzuki Vitara. Casi 30 años después, un renovado Votara llegaba al segmento que él mismo creó.

El nuevo Vitara presume de un aspecto mucho más compacto, moderno y estilizado. Una imagen urbanita pero agresiva, más personalizable y genuina; para un coche que se desenvuelve como pez en el agua sobre el asfalto y no se echa a temblar cuando lo abandona. Un nuevo modelo que incluye todo lo que un SUV urbano necesita ofrecer a día de hoy.

El Vitara viene cargado de nuevas tecnologías, con las últimas soluciones en conectividad e infoentretenimiento, que se controlan desde una amplia pantalla táctil. Lo mismo sucede en materia de seguridad, donde el Vitara presume de una sólida carrocería y de asistentes de conducción, como el sistema de asistencia a la frenada o el control de crucero adaptativo. La oferta de motorizaciones se compone de dos motores 1.6 litros, tanto gasolina como diésel, que ofrecen 120 y 140 CV, respectivamente.

La garantía de Suzuki, la fiabilidad de casi 30 años de Vitara y la actual configuración del vehículo le hacen ser el compañero de viaje ideal en cualquier circunstancia. Capaz de conquistar cada rincón de la ciudad y fiable como el mejor 4×4 en las aventuras off-road del fin de semana. Una mezcla que satisface las demandas del sector, crecer en demanda y demostrar que aquel SUV que inauguró el mercado sigue en plena forma.

Han 30 años desde que Suzuki innovó con esta nueva categoría de vehículos, y el nuevo Vitara es más SUV que nunca. Y es que con un imagen moderna y personalizable, unas dimensiones perfectas, una completa dotación tecnológica y un comportamiento perfecto en todos los terrenos, el Vitara sigue siendo el SUV perfecto.

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