RODANDO POR MÁLAGA CON EL MAZDA CX-60 E-SKYACTIV PHEV HÍBRIDO ENCHUFABLE

Son los modelos más vendidos del mercado, sobre todo porque ofrecen interiores amplios para los pasajeros y buena capacidad de carga, además de presentar unos diseños muy actuales y atractivos (aunque todos se parezcan). Me refiero a los coches conocidos como SUV o ‘todocamino’, haciendo referencia a sus capacidades para poder rodar fuera del asfalto con ciertas garantías (unos más que otros).

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de probar durante unos días el Mazda CX-60 e-SKYACTIV Homura en su condición de híbrido enchufable (PHEV) con el que nos fuimos a hacer kilómetros por tierras andaluzas, más concretamente por la provincia de la bella Málaga, a la que también se la conoce como la ‘ciudad feliz’, algo que pudimos comprobar. Esto nos llevó a visitar localidades espectaculares como Frigiliana, Ronda o Nerja, esta última para disfrutar de sus famosas cuevas y, cómo no, de ‘el barco de Chanquete’.

Chema Bermejo / En auto

Este impresionante Mazda CX-60 (se trata del coche más grande de la marca), en esta ocasión con motor de gasolina combinado con uno eléctrico y acabado Homura, que le da un aspecto más dinámico y deportivo. Resultó ideal para largos desplazamientos, y no sólo por su gran espacio interior -tanto para los pasajeros como para el equipaje- sino también por su confortable comportamiento en carretera. También tuvimos ocasión de sacarlo fuera del asfalto, donde igualmente aprueba con creces.

Tecnología sostenible

Para la marca, este modelo estrena la tecnología híbrida enchufable, y lo hace a lo grande, en este caso con un motor de gasolina de 2.5 litros y 192 CV de potencia, que combinado con el motor eléctrico de 129 kW ofrece una potencia final de 327 CV, lo que justifica que se mueva con tanta soltura a pesar de su tamaño y peso de más de dos toneladas, y que sea capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h. Como detalle, indicar que el CX-60 híbrido enchufable es el más potente de la historia de Mazda.

No falta el sistema inteligente Mi-Drive de Mazda con cuatro modos de conducción (Sport, Normal, EV y Off-road) que adaptan parámetros como la respuesta del motor, el control de tracción o el cambio automático a la marca del coche.

Otro dato importante relacionado con el sistema híbrido enchufable PHEV es el consumo mínimo que la marca ha homologado de tan sólo 1,5 l/100 km, eso sí, rodando lento y combinando los dos motores, porque cuando te pones en serio en carretera, el consumo sube hasta una media cercana a los 7 l/100 km como fue en nuestro caso. Tiene la posibilidad de rodar sólo con el motor eléctrico (ideal para la ciudad) con una autonomía de 63 kilómetros rodando por debajo de los 100 km/h según indican desde Mazda.

Toda esta potencia está controlada por un cambio automático de 8 marchas en el que no faltan unas levas tras el volante para hacer los cambios de modo manual/secuencial. Esto lo utilizamos poco, ya que el cambio automático tiene una buena respuesta. La tracción es a las cuatro ruedas, lo que le da un notable aplomo en carretera y le permite defenderse bien fuera de ella gracias al sistema inteligente de tracción total i-Activ AWD de Mazda.

Un dato muy importante en los tiempos que corren de restricciones al tráfico por contaminación es que este Mazda CX-60 cuenta con la etiqueta ‘0’ de la DGT que le permite circular sin problema por la Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades.

En cuanto a la recarga eléctrica, ofrece la posibilidad de recargar la batería en corriente alterna a un máximo de 7,2 kW en poco más de dos horas, aunque también puede cargarse a través de la corriente de casa a 2,5 kW en unas siete horas para una carga completa.

Un coche de lujo

Al nuevo Mazda CX-60 se le puede considerar de auténtico lujo y rival de marcas que lucen su etiqueta de ‘premium’, ya que en su interior se disfruta de amplitud, confort, seguridad y un alto nivel de equipamiento y calidad que hacen que el ambiente resulte muy agradable.

No faltan los nuevos sistemas de seguridad y ayuda a la conducción que controlan el buen comportamiento del coche en todo momento. Lo cierto es que, como ocurre en la mayoría de nuevos modelos ‘cargados de ADAS’, el nivel de conducción autónoma es tan elevado que en vías rápidas el CX-60 podría ir sólo, pero el sistema también se encarga de avisarte para que agarres el volante si lo dejas suelto demasiado tiempo (que es poco). Cuenta incluso con un sistema que reconoce a cada conductor y ajusta asiento y controles a sus necesidades.

Como ya no puede ser de otra forma, este Mazda cuenta con dos pantallas digitales de 12,3 pulgadas, la central táctil pero sólo cuando el coche está parado por seguridad, en marcha se maneja la pantalla con un mando situado en la consola central. Eso sí, ofrecen toda la información de control y funcionamiento de los sistemas del vehículo, además de una total conectividad con el móvil.

Para rematar lujo y confort, en el techo se disfruta de un gran techo panorámico abatible con la necesaria cortinilla que no deja pasar la luz.

De serie incorpora el proyector de información sobre el parabrisas situado a la altura de la vista del conductor que resulta muy cómodo para la conducción a no tener que apartar la vista de la carretera.

Total capacidad

Con 4,75 metros de largo, un ancho de 1,89 m y una altura de 1,68 m, el Mazda CX-60 tiene espacio de sobra, sobre todo en el maletero con un volumen de 570 litros que se puede ampliar hasta unos impresionantes 1.726 litros abatiendo los asientos traseros, por lo que no hay problema para todo el equipaje.

Con esto, todos los pasajeros disponen de un buen espacio, aunque un quinto pasajero en las plazas traseras va un poco más ‘apretado’.

Diseño personal

Aunque ya he comentado que los nuevos SUV se parecen todos, lo cierto es que en Mazda siempre han cuidado el diseño de sus coches para hacerlos más personales, y aunque el modelo probado no era del característico color rojo de la marca, el blanco que lucía también resaltaba y hacía personal su figura.

En cualquier caso, el Mazda CX-60 resulta imponente y atractivo, sea del color que sea, y está a la venta con un precio muy competitivo frente a sus rivales más ‘premium’ que ronda los 53.000 euros.

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