La nueva movilidad urbana está propiciando la llegada al mercado de todo tipo de vehículos eléctricos para desplazarse por la ciudad, y entre esta oferta empiezan a destacar los microcoches o cuadriciclos 100% eléctricos, la mayoría, como es este caso, con un diseño atractivo y con tecnología actual para que sean más seguros y agradables de conducir. He tenido la oportunidad de rodar unos días con el XEV YOYO y me ha encantado.
Lupe Arias / En auto / En Eléctricos
El XEV YOYO es ideal para desplazarse por la ciudad, eso me ha quedado claro después de rodar con él durante unos días por lo más céntrico de Madrid (se puede acceder, además, a todo tipo de áreas restringidas). Pero es que, además, tiene un espacio interior que no te esperas viéndolo desde afuera, ya que tan sólo mide 2,53 m de largo, 1,5 m de ancho y 1,53 m de alto.
Una vez en el interior hay espacio de sobra para dos personas (incluso de buena corpulencia) y el maletero es bastante espacioso, a pesar de que el paquete de los cables de conexión ocupa lo suyo, pero si lo llevas cargado a tope los cables los dejas en casa, porque la autonomía que tiene te da de sobra para hacer 100 kilómetros y mucho habría que moverse para agotar la carga en una jornada por la ciudad.
Ágil y cómodo
Además de resultar bastante espacioso en el interior, el YOYO es cómodo, con una buena posición para conducir, y se muestra muy ágil, con una buena respuesta en aceleración. Otro punto que resulta atractivo es la gran visión que proporciona el acristalamiento general, pero también tengo que decir que el techo panorámico necesita poder cubrirse por dentro de alguna forma (¿una cortinilla?) porque los días que el sol lucía con ganas se notaba demasiado el calor que entra por arriba. Menos mal que está equipado con aire acondicionado.
Bien equipado
Cuando te sientas al volante da la impresión de que cuenta con poco equipamiento, ya que el YOYO no monta un cuadro al uso, todo se controla a través de la pantalla táctil de 7 pulgadas que tiene. Curiosamente no tiene radio, algo que enseguida echo de menos en un coche, pero a cambio tiene un soporte junto a la pantalla para colocar el smartphone que se conecta con el sistema de audio para poder escuchar la música que quieras o la radio, además de otras utilidades como puede ser el navegador. Por supuesto, tanto las ventanillas como los retrovisores se regulan eléctricamente y no faltan huecos para dejar pequeños objetos y tomas USB.
Seguridad y recarga
Con el XEV YOYO se puede ir seguro. De hecho, conduciéndolo te transmite un buen nivel de seguridad gracias a la composición de un chasis robusto de acero de alta resistencia con refuerzos de acero para protección de vuelcos y donde tampoco falta algo tan indispensable actualmente como un sistema ABS para los frenos.
Otro aspecto que me ha gustado mucho en este pequeño coche es la facilidad de recarga de la batería, ya que se conecta a un enchufe Schuco (el de casa) y en unas cuatro horas lo tenemos a tope de carga. También se puede conectar a una toma Mennekes (la más popular) para una carga más rápida.
La marca asegura una autonomía de 150 kilómetros, pero siendo realistas y después de haberlo probado tengo que decir que con una conducción normal, donde combinas varias formas de acelerar y distintas velocidades, la autonomía ronda los 100 kilómetros, que no está nada mal para que una recarga dure varios días.
Futuras baterías
Aún no están disponibles, pero la marca anuncia que en breve llegará el YOYO con baterías extraíbles, lo que facilitará todavía más la recarga gracias a poder intercambiarlas mediante un proceso de suministro de baterías, algo que ya funciona en Italia.
Resumen y precio
Es fácil resumir lo que me ha parecido el XEV YOYO: «genial». Es cómodo, fácil de conducir, fácil de recargar, espacioso y, muy evidentemente, atractivo. A lo mejor lo que no resulta tan atractivo es el precio, ya que está disponible por 16.690 euros, o también con un renting financiado de 239 euros + IVA, sin entrada ni cuota final, a 48 meses o 10.000 kilómetros anuales.
