LAS CLAVES DE LOS NEUMÁTICOS DE INVIERNO DE GOODYEAR

El invierno hace que las carreteras se muestren más resbaladizas que en otras épocas del año. La lluvia, las hojas de los árboles, el hielo y la nieve convierten en ocasiones las carreteras en auténticas pistas de patinaje, como venimos viendo en algunas zonas del país en los últimos días.

La llegada de estas fuertes nevadas que están afectando a todo el territorio nacional, hacen que una vez más Goodyear recomiende montar neumáticos de invierno en los vehículos como alternativa a las cadenas.

Los neumáticos de invierno todavía son unos grandes desconocidos en nuestro país, pero su utilización en estas condiciones aporta un punto importante de seguridad al volante. En otros países de Europa, las ventas de este tipo de neumáticos superan el 30%, pero en España apenas rondan el 2%.

Los neumáticos de invierno tienen su punto óptimo de utilización siempre que las temperaturas sean inferiores a siete grados centígrados. En esas condiciones, y gracias a sus compuestos y dibujos especiales, los neumáticos de invierno como los de la gama Goodyear UltraGrip permiten obtener una mayor tracción sobre superficies resbaladizas como el hielo, la nieve o el agua.

Como ejemplo, según pruebas realizadas por Goodyear, rodando a 80 km/h sobre nieve, un vehículo calzado con neumáticos de verano recorre 112 metros hasta detenerse, frente a los 70 metros de un vehículo con neumáticos de invierno. Estos 42 metros de reducción de distancia de frenado con neumáticos de invierno, pueden ser claves para evitar un accidente si tenemos que realizar una frenada de emergencia sobre la nieve.

Evitar parar a colocar cadenas, una maniobra muy peligrosa

Frente a las populares cadenas, los neumáticos de invierno permiten alcanzar cotas de seguridad muy superiores, mejorando la tracción y el agarre sobre superficies resbaladizas, aportando un mayor control del vehículo al ascender o descender pendientes y reduciendo de forma considerable la distancia de frenado.

Los neumáticos de invierno son una solución siempre que la temperatura ambiente es inferior a 7 grados, circunstancia que se da en el interior de España durante gran parte del año, mientras que las cadenas son una solución de emergencia.

Montando neumáticos de invierno en los vehículos, se evitará la complicada y peligrosa maniobra de colocación de las cadenas, un remedio de emergencia que por lo general obliga a detener el vehículo en los márgenes de la calzada, que en ocasiones no cuenta con arcenes de seguridad o la iluminación necesaria, y realizar la complicada maniobra de colocación de cadenas sin apenas visibilidad y expuestos al frío.

Otro de los puntos a favor de los neumáticos de invierno frente a las cadenas, es que éstos se montan en ambos ejes y no solo en el eje motriz, lo cual garantiza el perfecto funcionamiento de los sistemas de seguridad del vehículo, tales como ABS, control de tracción, control de estabilidad y todos los avanzados sistemas que hoy en día pueden equipar los vehículos.

Desgaste optimizado

También existe la idea de que los neumáticos de invierno son un gasto económico importante, cuando la realidad es la contraria. Los neumáticos de verano, utilizados en condiciones invernales, sufren un mayor desgaste y, por tanto, se reduce su vida útil. Así, si se cambian los neumáticos de verano por los de invierno cuando es el momento y se guardan adecuadamente, ambos juegos de cubiertas prolongarán su vida útil y supondrán un ahorro para el conductor.

La DGT ya recomienda neumáticos de invierno en sus paneles

La Dirección General de Tráfico ya recomienda el uso de neumáticos de invierno como elemento principal frente a las cadenas con condiciones adversas.

Hoy en día ya es habitual que tanto en los paneles luminosos de las carreteras, como en las campañas informativas que regularmente lanzan, además de las cadenas se recomienda el uso de neumáticos de invierno cuando hace frío o cuando hay previsión de nevadas.

¿Cómo reconocer si nuestro coche lleva neumáticos de invierno?

Muchos conductores tendrán dudas sobre si su coche va equipado o no con neumáticos de invierno. Para saberlo, nada mejor que echar un vistazo a los neumáticos. En los bordes de éstos, debemos ver si hay una indicación de “M+S” correspondiente a las palabras barro y nieve en inglés, acompañada de un icono de una montaña con la estrella de nieve en su interior.

¿Cómo se consiguen esos niveles de agarre en un neumático?

Los neumáticos de invierno tienen una serie de características específicas que permiten mejorar el agarre sobre la nieve respecto a un neumático corriente. Para conocer un poco más en profundidad, vamos a analizar el último neumático de invierno lanzado al mercado por Goodyear para vehículos SUV: el UltraGrip Performance SUV Gen-1.

El diseño de las ranuras y la banda de rodadura del 3D Block Interlocking System (BIS) proporciona un mejor equilibrio entre la conducción en seco y el comportamiento sobre nieve.

Además, la disposición de ranuras y bloques optimizada para SUV, ahora formando un ángulo en vez de ser completamente recta, mejora el agarre y permite un frenado y tracción superiores en carreteras con nieve y hielo.

Con la Tecnología ActiveGrip, el área óptima de contacto con la carretera, al tener una huella o una anchura mayores, mejora las prestaciones de agarre y frenado. Una mayor presencia de caucho sobre la carretera se traduce en más superficie de contacto, lo que mejora la estabilidad.

El indicador de desgaste óptimo de la banda (TOP) alerta al conductor y le permite cambiar los neumáticos con el intervalo correcto, de forma que se aseguren las prestaciones de invierno óptimas.

Tecnología de mezcla de polímeros y sílice: permite mantener el neumático flexible incluso a muy bajas temperaturas, y asegurar así un mejor frenado y manejo en hielo.

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