CAPOTA DE ALTA TECNOLOGÍA EN EL NUEVO PORSCHE 911 CARRERA CABRIOLET

Porsche 911 Carrera Cabriolet

Una característica llamativa del nuevo 911 Carrera Cabriolet es la exclusiva capota curvada. Tradicionalmente, Porsche es muy exigente con el techo plegable del 911. Como en el resto de modelos 911 anteriores, esta capota abatible ha sido desarrollada en su totalidad por la marca. La innovadora tecnología crea una curvatura igual a la del Coupé cuando el techo está cerrado. Con idénticos contornos, la capota de lona forma un arco elegante desde el marco del parabrisas hasta el compartimento donde queda recogida al plegarse. También tiene ventajas desde el punto de vista aerodinámico, pues no se hacen pliegues bajo la tela ni hay interrupciones entre cada sección que rompan el diseño fluido de la silueta clásica del 911. Gracias al nuevo y ligero sistema hidráulico, la capota se puede abrir o cerrar en unos 12 segundos, hasta una velocidad de 50 km/h.

Desarrollo Porsche: panel curvado de la capota hecho de magnesio

El innovador diseño del panel curvado del techo hace factible conseguir esta forma que antes era imposible en una capota de lona. Aquí, la totalidad de la capota conforma una superficie rígida compuesta de segmentos individuales que encajan perfectamente uno junto al otro. Los cuatro elementos son el marco delantero, dos paneles curvados y la ventana trasera. Igual que los otros segmentos, el marco de la ventana está hecho de magnesio. Todas las piezas de magnesio están conectadas de forma cinemática, por lo que es necesario un solo cilindro hidráulico en cada lado para mover la capota. Para bloquear el mecanismo, Porsche ha optado por el fiable sistema de cierre central eléctrico apoyado por pasadores de guía laterales.

Porsche 911 Carrera Cabriolet trasera

No hay conexión fija entre los paneles curvados y la capota de lona, por lo que los cuatro segmentos de magnesio pueden plegarse uno sobre otro en un movimiento con forma de Z. Este diseño único requiere muy poco espacio de almacenamiento, porque el conjunto plegado de la capota, que se compone de la parte de tela, el marco, los paneles curvados y la ventana trasera, sólo ocupa 23 centímetros de altura y 55 de longitud. Mientras que la sección frontal de la capota permanece visible en la posición de techo abierto, el compartimento donde se guarda cubre la zona trasera. Toda la superficie de lona exterior está forrada con una capa aislante. Así, con el techo cerrado, los ocupantes del vehículo disfrutan de un confort climático y acústico muy similar al del Coupé.

Deflector de viento completamente integrado y de funcionamiento eléctrico

El deflector de viento integrado y de funcionamiento eléctrico garantiza un mayor confort a altas velocidades en el 911 Carrera Cabriolet. Va asegurado en un aro de soporte con forma de U, que queda completamente integrado en la parte trasera cuando se baja y no quita espacio a los asientos de atrás. Al presionar un botón, el aro se levanta en dos segundos y se desenrolla una malla que se tensa en ángulo recto entre los respaldos de los asientos delanteros, mediante un segundo bastidor móvil. El deflector de viento puede abrirse y cerrarse hasta una velocidad de 120 km/h. Cuando la capota está quitada, garantiza una muy buena protección contra las corrientes de aire y un ruido de viento mínimo.

Cabriolet con aerodinámica ejemplar

Capota de Alta Tecnología

Los elementos básicos del concepto aerodinámico del 911 Carrera Cabriolet son los fluidos contornos de la superficie de la carrocería, la capota, el alerón trasero de extensión variable y el sistema de refrigeración delantero con sus lamas adaptativas. El spoiler trasero tiene un ángulo de ataque más grande para adaptarse mejor a las necesidades del Cabriolet. Las secciones transversales de las tomas y salidas de aire han sido optimizadas para canalizar de forma más efectiva el aire, lo que permite que el 911 Carrera Cabriolet tenga el mismo coeficiente de resistencia aerodinámica que el Coupé (cw 0,30) con el techo cerrado.

El sistema de protección antivuelco aumenta la rigidez

El 911 Carrera S Cabriolet tiene un sistema de protección antivuelco automático. Está compuesto por un bastidor autoportante hecho de secciones soldadas de aluminio extruido de alta resistencia. Debido a esa alta resistencia, el bastidor se usa también como refuerzo de la carrocería, para mejorar así la rigidez torsional del Cabriolet.

En caso de vuelco inminente, dos módulos antivuelco de nuevo desarrollo y colocados detrás de los asientos traseros se despliegan por la presión de un muelle. La activación se realiza de forma pirotécnica por un micro generador de gas. Si la capota está cerrada, un pasador de metal de carburo que hay en cada uno de los dos modulos se dispara a través del cristal de seguridad de la ventana trasera. Que ocurra de manera accidental es prácticamente imposible porque hay una unidad de control de airbag de alta precisión, con un sensor de vuelco integrado que es responsable de la detección, actuación y monitorización continua. Esta unidad controla cada cambio en la inclinación de la carrocería, la aceleración longitudinal y la transversal, así como el contacto con la carretera.

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