Durante unos días hemos podido disfrutar del nuevo Kia Sportage en su versión GT-Line más reciente y con el sistema híbrido (no enchufable) que le permite disponer de potencia eléctrica para rodar sin contaminar a baja velocidad. Nos hemos ido hasta la playa murciana de La Manga en un viaje habitual que nos permite, no sólo probar a fondo el coche en autovía, sino también por carretera nacional o comarcal y caminos.
Chema Bermejo
El Kia Sportage es un SUV o todocamino (le va al pelo la denominación) que se integra en el segmento C del mercado con sus medidas de 4,51 m de largo, 1,86 m de ancho y 1,65 de alto, lo que le pone de manifiesto como un ‘adecuado’ coche familiar, ya que el interior puede albergar cómodamente a cinco personas y su equipaje en los 584 litros de capacidad del maletero. Además, y hablando del interior, tengo que destacar los buenos acabados que presenta y lo fácil que resulta controlar sus mandos -después, eso sí, de un tiempo de adaptación-, a lo que hay que sumar lo moderno que se ve con una doble pantalla para el cuadro y el entretenimiento que da una gran calidad de imagen, la iluminación de LED que consigue un ambiente agradable o las tomas de corriente que hay repartidas por el habitáculo.
CON POTENCIA TURBO DE GASOLINA
Mecánicamente, este Sportage híbrido monta un motor turbo 1.6 T GDi de 180 CV de potencia, que se combina con un motor eléctrico de 60 CV para ofrecer una potencia combinada de 230 CV, más que suficiente para que el ritmo de viaje sea ‘alegre’, siempre respetando los límites de velocidad. La tracción, en este caso, es delantera, pero también hay disponible una versión 4×4 con la misma potencia.
El cambio es automático de seis velocidades que también puede controlarse de manera secuencial con las levas que lleva en el volante. Pero, sinceramente, funciona tan bien y tan preciso en automático que utilizar las levas es sólo por capricho. Los cambios de eléctrico a gasolina no se notan, como tampoco se notan los cambios de marcha. Vamos, que es todo un placer conducirlo. Cuenta con dos modos de conducción, Eco y Sport, y a lo mejor se echa en falta un modo intermedio por la notable diferencia que hay entre los dos existentes y para tener más control en carreteras secundarias. Particularmente, el modo más utilizado ha sido el Eco.
ADAS PARA LA SEGURIDAD
No faltan en este SUV familiar todo tipo de sistemas de ayuda a la conducción (ADAS) que te permiten, incluso, que el coche conduzca solo, controlando la salida de los carriles, la aproximación a los vehículos de delante o los trazados de curva. No pienses que puedes relajarte y dejar lo haga todo él solo, porque al momento de quitar las manos del volante te avisa para que las vuelvas a poner.
He dicho que lo de ‘todocamino’ le va al pelo al Kia Sportage, porque su comportamiento es muy aceptable fuera del asfalto, incluso si te quieres complicar un poco la vida por caminos algo rotos. Tiene altura suficiente para sortear obstáculos y un conjunto de suspensiones adecuado que ha mostrado buen comportamiento en todo momento. Todo esto también se traduce en un confort agradable transmitido a los ocupantes, sobre todo a los de los de la parte delantera que cuentan con un buen espacio y asientos envolventes. Se nota que es un modelo enfocado al confort y la comodidad.
MODERNO, ATRACTIVO Y CON CAPACIDAD
En Kia han actualizado el Sportage con un diseño muy actual, acorde con el uso que se le está dando a las luces LED que permiten diseños futuristas y atractivos, además de personalizar la imagen hasta el punto de hacerlos reconocibles en la oscuridad. La versión probada monta un gran techo solar con cortina interior (imprescindible) y con cristales tintados para más privacidad en las plazas traseras.
La capacidad de carga es notable en este familiar, ya que al buen espacio del maletero con las cinco plazas se añade la enorme capacidad que se ofrece abatiendo los asientos traseros.
OJO A LOS CONSUMOS
Una de las novedades del último Kia Sportage es su potencia combinada de 230 CV, que como he comentado le da mucha energía para rodar ‘alegre’, pero que también le hace vulnerable a la hora de pisar el acelerador. Durante los días de prueba y rodando por distintos tipos de carreteras, el consumo medio ha estado rondando los 7 litros, que no está mal, pero si nos ‘arriesgamos’ a rodar rápido por autovía los 7 litros se pueden quedar muy atrás. ¡No corras que es peor!
COMPORTAMIENTO EQUILIBRADO CON ETIQUETA ECO
En resumen, el Kia Sportage GT-Line HEV demuestra un buen equilibrio en comportamiento, habitabilidad y confort, algo que le sitúa como una opción muy seria para ser el vehículo familiar de todo uso. Sobre todo a tener en cuenta la etiqueta ECO de la DGT que le permite circular por las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades.
PRECIO: desde 46.625 euros