5 CONSEJOS PARA CONDUCIR VEHÍCULOS ELÉCTRICOS CON BAJAS TEMPERATURAS

Desde Geotab nos han llegado cinco interesantes consejos para que los usuarios de vehículos eléctricos (VE) tengan en consideración la influencia de las bajas temperaturas del invierno y cómo pueden controlar su impacto en la velocidad y la temperatura del vehículo.

NOTA DE PRENSA DE LA EMPRESA:

Con la llegada de la temporada invernal, los propietarios de coches eléctricos se enfrentan a desafíos específicos para mantener las condiciones de rendimiento óptimo en bajas temperaturas: desde la batería a los neumáticos. El frío puede afectar a los componentes de los vehículos, pudiendo provocar, por ejemplo, daños mecánicos.

En este contexto, Geotab®, líder mundial en soluciones de transporte conectado, ha recopilado cinco recomendaciones para los propietarios de vehículos eléctricos para conducir en invierno con el fin de maximizar el rendimiento en bajas temperaturas. Para ello, Geotab se ha basado en el análisis de la autonomía de los vehículos eléctricos (VE) conectados mediante su tecnología para examinar el impacto de la velocidad y la temperatura de los mismos[1].

1 – Aprovechar las comodidades que vienen con el coche

La autonomía diaria de un vehículo eléctrico se ve afectada por la temperatura debido principalmente a la calefacción y refrigeración auxiliares. La energía de la batería no sólo alimenta el vehículo, sino también los sistemas auxiliares, sobre todo la regulación de la temperatura del habitáculo y la batería. En lugar de calentar el habitáculo, los propietarios de un VE deberían utilizar los asientos y el volante calefactados para mantener el calor.

Calentar el aire del habitáculo puede consumir entre 3.000 y 5.000 vatios, y es mucho menos eficiente que calentar el asiento y el volante (unos 75 vatios), que transfiere el calor al cuerpo por conducción. El uso de estas funcionalidades cada vez más comunes puede mantener cómodos a los conductores sin tener que recurrir al calefactor del habitáculo.

2 – Preacondicionar el coche para los días de frío extremo

En lugar de encender la calefacción al entrar en un vehículo eléctrico en un día frío y tener que esperar a que las ventanillas del coche estén libres de vaho, los conductores deberían considerar la posibilidad de calentar su coche mientras está enchufado, antes de entrar en el vehículo. Si el VE está enchufado mientras se calienta, la autonomía del vehículo no se verá afectada y también se evita un desgaste de la autonomía debido a un uso excesivo de la batería al calentarse mientras se conduce.

3 – Conducir de forma prudente

Independientemente del tiempo que haga, un factor que siempre afecta a la autonomía de un VE es cómo se conduce. Acelerar y frenar en exceso y conducir a altas velocidades cuesta energía. Anticiparse a la necesidad y evitar las frenadas bruscas permitirá que el sistema de frenado regenerativo de un VE funcione, recuperando energía y almacenándola de nuevo en la batería. Además, al anticipar cuándo es necesario reducir la velocidad, los conductores pueden reducir la necesidad de frenar a fondo, lo que significa que mantendrán el impulso y utilizarán menos batería para mantenerse a una velocidad adecuada.

4 – Utilizar el modo eco

Cada vehículo eléctrico tiene una modalidad eco ligeramente diferente, pero en general todas ellas reducen el consumo de energía y aumentan el kilometraje reduciendo el suministro de energía al motor y a los elementos de alto consumo, como la calefacción del habitáculo. En invierno, los modos ecológicos pueden hacer que la conducción sea más segura: al reducir la potencia del motor, el coche acelera más despacio, lo que reduce la posibilidad de que las ruedas patinen en condiciones de hielo.

5 – Comprobar la presión de los neumáticos

La presión de los neumáticos disminuye a medida que baja la temperatura ambiente, lo que aumenta la resistencia a la rodadura y reduce la autonomía. Las buenas prácticas aconsejan comprobar la presión de los neumáticos del vehículo todos los meses, pero sobre todo cuando las temperaturas exteriores cambian considerablemente con las estaciones.

En resumen, tomarse el tiempo necesario para prepararse para el frío mediante un control periódico, preacondicionar el vehículo y ser lo más eficiente posible durante la conducción ayudará a garantizar que el VE esté preparado para los días fríos que se avecinan.

[1] Este análisis se ha realizado a partir de datos agregados y no identificados de 3 millones de viajes en VE y 550.000 horas de conducción para comprender mejor el impacto relativo de la temperatura y la velocidad en la autonomía.

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